Pedro Báez se caracteriza por la constancia. “Curro, curro, curro.” A este silense —residente en Tacoronte desde hace 16 años pero enamorado de su pueblo natal— no le cabe mejor otra palabra para definir el trabajo altruista que lleva haciendo gran parte de su joven vida para situar a Los Silos en el lugar histórico que se merece. No se explican de otra forma las horas destinadas a localizar en el archivo histórico de La Laguna la data de 1509 —el santo grial— donde aparece por primera vez el nombre de Los Silos, los cinco años que pasó indagando cada jueves en el archivo del Obispado los orígenes de la familia Báez o todos los recortes de prensa de la provincia que acumuló durante 7 años de manera ininterrumpida donde se mencionaba a su municipio.
Pedro Augusto Báez Díaz es experto y docente en nuevas tecnologías, redes sociales, marketing… En definitiva, todo lo relacionado con la comunicación digital. Y ha utilizado sus amplios conocimientos digitales para acercar a sus vecinos la historia de su pueblo. “Lo que busco y lo que he buscado siempre es que la información esté al alcance de todo el mundo”, apunta. Por eso, no se define como historiador, sino como “encauzador”. Precisamente, ese cauce lo puso en marcha a finales de los años 90 al registrar lossilos.com, “el primer dominio web de un municipio canario”. En ese portal abierto al universo puso a disposición de todos el archivo fotográfico digitalizado más grande de Los Silos, una impresionante hemeroteca de prensa y la joya de la corona: el foro.
«No soy historiador, sino ‘encauzador'»
Báez recuerda el foro de ‘lossilos.com’ con especial cariño. “Fue algo muy útil, donde se debatía de cualquier aspecto del pueblo con mucha intensidad”. De hecho, fue origen de una denuncia entre dos usuarios. “Todavía conservo el comentario que se aportó como prueba”, señala de forma anecdótica. Sin embargo, de esos ilustres años del activismo ciudadano en la web queda poco. “Ahora no hay ningún canal de participación real de los vecinos, pero no solo en Los Silos, sino en toda Canarias.” Un lugar de encuentro común de los silenses como aquel foro no existe, pero sí grupos dispersos en la red en los que el municipio sea el centro del debate. Pedro tiene contabilizado 65 grupos en los que se habla de Los Silos.
Agrupar esos chats en un nuevo foro ciudadano podría ser, a juicio de Báez, “un punto de inflexión” para el municipio, algo que el entrevistado solicita constantemente. De hecho, al mismo tiempo que durante la hora y media de conversación refleja su amor por Los Silos, lamenta de la misma manera el poco partido que se le ha sacado al pueblo en estos años. “Los Silos es una zona agrícola y de gente humilde que vive pensando en salir adelante día a día, lo que ha hecho que no sea consciente del potencial de sus elementos históricos”, opina.
A Pedro Báez le duele el desconocimiento que todavía muchos vecinos tienen de lo que supuso para la historia de la comunicación el tendido del telégrafo en la playa de Agua Dulce. Ocurrió en 1883, Él, junto con su socio Federico José Pérez, de Producciones Ibora, realizaron un documental del acontecimiento con motivo de su 125 aniversario. “Para aquella época fue como si uno de los 256 puntos de conexión de internet de todo el mundo se instalase en Los Silos, pero la gente sigue viendo simplemente ‘la caseta del cable’.” En 2012, la Asociación de Amigos del Telégrafo de España celebró en el municipio su VIII Asamblea Nacional, algo histórico para Báez. “El rey no vino de milagro.”
Pedro también se lamenta de oportunidades desaprovechadas para relanzar económicamente el municipio como actuar en las ruinas de la hacienda de Daute o recuperar los grabados de Alfred Diston del siglo XIX. Recuerda que el historiador silense José Miguel Rodríguez Yanes los encontró y le pidió al exalcalde Gaspar Sierra que los adquiriese. “Pero decidió invertir en las flechas de San Sebastián”, en alusión a la tabla gótica adquirida en una subasta en Madrid. A juicio de Báez, “tendría que haber comprado las dos cosas, pero eran otros tiempos; se estaba dejando atrás la dictadura y había que buscar el progreso”.
«Volveré, vamos que si vuelvo…'»
A pesar de eso, lo que más le preocupa es el patrimonio intangible, las referencias orales. “Las cabañuelas no han desaparecido porque Horacio Dorta sigue ahí… pero en el convento sí se actúa porque es grande y vistoso.” Pedro Báez asume que “la historia se mide más por el impacto visual que por su propio valor”. Aún así, no ha desistido en recuperar el patrimonio oral de Los Silos. Tras realizar tres documentales en los que combina los datos históricos con las vivencias de silenses, su gran reto es realizar un banco de testimonios de gente de Los Silos. “Irlos pasando por delante de una cámara, que comiencen a hablar de sus vidas y luego catalogar los vídeos por categorías para ponerlos a disposición de todo el mundo en la red.” Todo eso, claro, cuando tenga tiempo. “El problema es que vivo a 80 kilómetros de allí.”
Ahora, Báez ha tenido que centrarse en su trabajo como experto en internet, pero quiere volver. “Yo vuelvo, vamos que si vuelvo…” Quiere volver para seguir haciendo lo que ha hecho siempre: “remover algo en la gente de Los Silos y en sus historiadores”. Sabe perfectamente que hay algunos vecinos que anhelan recuperar el legado histórico de su pueblo pero que no se atreven a dar el paso. Lo intentó a finales de los años 80 la Asociación Pérez Enríquez, a raíz del intento de Gaspar Sierra de derribar el exconvento de San Sebastián. Volver a ello es sumamente complicado. “Si se unieran diversos elementos sueltos que generasen una corriente se podría crear ese interés, pero con la administración pública no puedes contar porque está a otras cosas y el municipio no tiene dinero. No es fácil.” De una u otra forma, este autodefinido “curioso de todo lo que me he perdido”, promete seguir en el intento de llevar a Los Silos a ocupar el lugar que por méritos propios se ha ganado en la historia de Canarias.